El avión presidencial de México, una nave que no tiene ni el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, también conocido como uno de los gastos más grandes que han hecho los neoliberales, de acuerdo con lo dicho por el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Desde su llegada al poder, el presidente Obrador se propuso vender esta nave con la intención de mostrar que su gobierno se centraría en el principio de la austeridad y como la aeronave significaba un enorme gasto innecesario, venderla fue su primera opción, pero ¿por qué se adquirió?
Después del accidente que acabaría con la vida del exsecretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, cuando el helicóptero en el que viajaba se desplomó, vehículo perteneciente al Estado Mayor Presidencial, se decidió renovar toda la flotilla aérea con el fin de evitar más accidentes. La propuesta fue aprobada por la cámara de diputados a principios del 2012.
El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) se encargó de comprar el avión presidencial a la empresa Boeing, pagando la cifra de 114.6 millones de dólares, que después de las adecuaciones ascendería hasta los 218.7 millones de dólares.
El gobierno firmaría un arrendamiento con BANOBRAS por la adquisición de 15 años, por lo que el avión se terminará de pagar hasta el 2027, para el 2023, la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) habrá pagado cerca de 6.449 millones de pesos.
Por todos los gastos que esta adquisición genera, el presidente López Obrador decidiría venderlo, para fallar en el intento y su nueva estrategia sería darlo como premio de la Lotería Nacional, también sin tener éxito, manteniéndose detenido y generando costos millonarios para toda la nación.
Actualmente no hay novedades sobre lo que se hará con el avión presidencial, pero se tiene en mente la creación de una aerolínea que operará a través de su empresa Olmeca-Maya-Mexica, la misma que se encarga del Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), esto lo informó el mismo presidente tras confirmar el hackeo que sufrió la SEDENA.
Lo que más nos arde…
Un buen gobierno no se queda en intenciones, lo único que se ha hecho con el avión presidencial es utilizarlo como símbolo de una bandera de austeridad por este gobierno, pero ninguna acción que se ha tomado ha logrado beneficiar al pueblo, la nave sigue detenida y seguirá costándole a todos los mexicanos.
Fuentes:
Es de ardidos 