Narcotraficantes; de villanos a héroes

Mucho se ha hablado sobre la fuga de El Chapo, que si es indignante, que si es una burla, ineptitud, complicidad o conveniencia. Desde hace varios años este tema sobre los grandes narcotraficantes ha tenido un éxito espectacular, pero ¿por qué?

Hace unos meses vimos en México el caso de unos adolescentes que, jugando a los secuestradores, torturaron y mataron a un niño. Se dijo que eran niños mal influenciados por la televisión; en la radio escuchamos a un locutor que decía

“Los medios están mal, por un lado transmiten series en prime time, en las que endiosan a los capos, se les ve como víctimas, como héroes, para después juzgarlos en los noticieros y decir la escoria que son y el daño que hacen al país. Están dando mensajes contradictorios.”

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A las series que tratan estos temas, se les ha satanizado y criticado. Es cierto, hay mucha incongruencia con lo que la televisión transmite a los espectadores. Pero no son los únicos culpables.

Estos programas tienen éxito más allá de la moda. Son personajes atractivos por una simple y sencilla razón: nos dejan ver la realidad del mundo, la lucha entre el bien y el mal. Lucha que ha existido desde siempre, y fórmula que hemos visto –una y otra vez– desde el origen de la televisión. Las narcoseries nos interesan porque es lo que vivimos a diario, lo que escuchamos en todos los noticieros y leemos en cada periódico. Los criminales viven entre nosotros, somos víctimas directas de ellos. Los sentimos (y son) cercanos a nosotros y de ahí la fuerza de las historias.

Ni los noticieros ni los programas basados en los criminales, son los culpables del asesinato cometido por aquellos niños. Al menos no del todo. Es cierto que lo vemos como algo normal, pero los padres, y la falta de educación y valores que transmiten a sus hijos, son los verdaderos asesinos.

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No nos dejarán mentir. Cuando nos enteramos de la nueva “fuga” del Chapo tuvimos una primera reacción, antes de la indignación, del enojo, de la impotencia, del dolor, nuestra reacción fue la burla. Nos burlamos del gobierno y las autoridades, porque estamos cansados de ellos y aplaudimos que alguien sea superior, que alguien los castigue, y deje en evidencia su ineptitud y falta de capacidad.

LO QUE MÁS NOS ARDE

Es que, precisamente por la falta de educación y criterio, ahora resulta que lo personajes que vemos en dichas series, más que villanos y delincuentes, los quieren ver como héroes y ejemplos a seguir, cuando lo que debemos ver realmente, es la parte en la que el ser humano recae ante la ambición, y con esto deberíamos saber lo que está mal y los limites que podríamos tener en la búsqueda del éxito.

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@ElArdidisimo

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