Hace poco más de tres años Dafne McPherson tuvo un parto sin atención, en los baños de una tienda departamental, lugar donde trabajaba y que no le otorgó la atención médica debida. Además de sufrir la muerte de su bebé, ella fue acusada de homicidio.

Un expediente mal integrado, autoridades insensibles y corruptas, más un montón de gente que no hizo bien su trabajo, fueron el caldo de cultivo para que Dafne viviera una terrible pesadilla y tuviera que pasar más de tres años en prisión, acusada de provocar la muerte de su hija.

Además del sistema legal mexicano, que ya es un verdadero asco por sí solo, en este país tenemos algunas leyes absurdas que no permiten a las mujeres decidir sobre sus propios cuerpos.

El caso de Dafne es uno de muchos en los que ellas fueron acusadas de provocarse abortos. En todas las cárceles del país hay decenas de mujeres que purgan condenas, acusadas de decidir que no querían tener un hijo.

¿Por qué hay que necesitar un permiso para decidir sobre tu propio cuerpo y el futuro de tu producto? Doble moral, machismo, ignorancia y prejuicios absurdos, son las respuestas a esta pregunta.

Papá gobierno dice que no puedes decidir no tener un hijo sin su permiso, debes tenerlo por la fuerza, alimentarlo, criarlo y enviarlo al mundo, porque si no te meten a la cárcel. Y todo eso aunque no tengas intención, edad o recursos para convertirte en madre.

A nivel mundial las leyes contra el aborto están cayendo, poco a poco, en un intento por empoderar a las mujeres y hacerlas conscientes de que son las únicas dueñas de sus cuerpos. Sin embargo, en México el avance es lento y aún hay quienes se oponen fuertemente y presionan al gobierno para que no se permita el derecho de ellas a elegir.

Seguro que la vida de Dafne nunca volverá a ser igual, ya pasó varios años en prisión y las huellas del encierro no serán borrables, aún a pesar de que asegura jamás tuvo la intención de matar a su bebé.

@ElArdidisimo