La Selección Mexicana de Fútbol venció 1-0 a Alemania en el Mundial de Rusia 2018. Luego de ese triunfo, que mantuvo en vilo a millones de mexicanos durante más de una hora, se comenzó a hablar en redes sociales de la supuesta privatización del agua que firmó el presidente Enrique Peña Nieto, mientras todos estaban ocupados viendo el partido.

Unos dice que es verdad, el presidente vendió el agua del país a cerveceras, refresqueras y empresas trasnacionales diabólicas. Otros aseguran que el documento firmado sólo garantiza las reservas de agua para los próximos años y protege las zonas ecológicas que las contienen.

Entre mitos y verdades, lo único de que tenemos certeza, es que el gobierno mexicano hace lo que se le da la gana, mientras nos entretiene con algo de circo y migajas de pan.

Millones de mexicanos, que hoy se dicen indignados por la supuesta privatización del agua, no saben que ya en meses anteriores Peña firmó otros acuerdos relacionados con el agua nacional. Y no lo saben porque muchas cosas en este país no son públicas, se hacen a puerta cerrada y no son noticia, mientras otro montón sí salen a los medios, pero a los mexicanos no les interesa saberlas.

Finalmente el gobierno hace lo que quiera con nosotros y con las leyes, aunque muchos indignados consignen en Facebook lo que se le les dé la gana. Y no, para eso no hace falta un partido de fútbol, con mundial o sin mundial igual lo hacen.

Lo que más nos arde

El agua no necesita ser privatizada en un país donde manda la corrupción. Más de una vez se han visto casos de empresas trasnacionales que han desviados cauces de ríos para alimentar sus negocios, sin necesidad de leyes ni de decretos presidenciales.

Si el agua de México es realmente sujeto de privatización, entonces ya se hizo desde hace tiempo y los mexicanos ni nos enteramos.

@ElArdidisimo