Érase una vez un país que no usaba anticonceptivos…

condon.jpg

El 80% de la población sexualmente activa en México, es portadora del Virus del Papiloma Humano (VPH), que a su vez es la principal causa del cáncer cervicouterino en mujeres. En resumen, somos una larga cadena de cochinadas, esperando surgir de las profundidades de un vello púbico en una noche de amor.

Al mismo tiempo, parece ser que esa información no está siendo procesada por la gran mayoría de los mexicanos, quienes siguen sin entender para qué se inventaron los métodos anticonceptivos; se calcula que México consume 77% menos condones que Estados Unidos, Japón y naciones europeas.

Quizá es ignorancia, quizá vergüenza, o tal vez simple exceso de confianza, el clásico “a mí no me va a pasar”, que suena muy seguro hasta que realmente te pasa y vas llorando con el doctor porque tienes un enorme grano de pus entre las piernas.

No sólo son las enfermedades de transmisión sexual, también hay un problema grave de embarazos indeseados, que no son otra cosa que el resultado de la estupidez, en un país donde los anticonceptivos se regalan y la información está en todas partes.

Si cada año 400 mil adolescentes mexicanas se embarazan, eso significa que al menos un millón de habitantes en este país, tiene algún tipo de retraso mental o un problema de aprendizaje, que impide entender la enorme cantidad de métodos que existen hoy para evitar comerse la torta antes del recreo.

Claro que la situación no es gratuita, México es un país donde manda aún la doble moral, mientras la educación sexual –pese a estar en pleno siglo XXI– sigue siendo un tema tabú, una mentira a voces que todos conocen, pero se hacen los locos.

También, el no usar anticonceptivos es el seguimiento a una tendencia de no hacerse cargo de uno mismo. Como mexicanos siempre le delegamos la responsabilidad a otros, a nuestros padres, a los maestros, al gobierno, a la burocracia, a los malos políticos y a la corrupción, pero nunca asumimos que también tenemos obligaciones que no cumplimos, en este caso informarnos y hacernos cargo de nuestros propios cuerpos los que, por cierto, ni siquiera conocemos bien.

En resumidas cuentas, esa negación de nuestra propia naturaleza no es algo que nos sea de utilidad, en especial si de todas maneras vamos a terminar siendo víctimas de nuestros propios instintos, y sin saber qué estamos haciendo en realidad.

Lo que más nos arde

Es difícil de aceptar, pero la mayoría de los mexicanos son unos ignorantes sexuales, por eso este país tiene el primer lugar del continente en embarazos adolescentes, y se calcula que la mitad de los jóvenes inicia su vida sexual sin algún tipo de protección. ¡Con razón!

 @ElArdidisimo

Deja un comentario