¿No dicen que no hay dinero? La percepción general de la población mexicana es que la economía va a la baja, que el dinero ya no alcanza, los salarios son bajos y el futuro es incierto.
Siendo así, uno creería que la situación es grave, hasta que se topa con la realidad: casi un millón de mexicanos al año se realizan cirugías estéticas, la mayoría mujeres, y en temas como liposucción y aumento de busto.
México realiza el 5% de todas las cirugías que se hacen a nivel mundial, una cifra muy elevada para una economía que, en testimonio de sus habitantes, va a la baja.
Y sí, es imposible negar el hecho de que los mexicanos son vanidosos y, además, viven inconformes con sus propios cuerpos. Pese a lo que diga la genética, estos sujetos quieren ser altos, delgados y rubios.
Esta es una de muchas incongruencias de las que suceden en México, lo que nos lleva a pensar que este país es más una máscara, apariencia de lo que quisieran ser, y no de lo que son, quienes viven en él.
Lo que más nos arde
La ciencia avanza a pasos agigantados y México no se está quedando atrás. Podrá no haber recursos para los hospitales públicos, para los niños con cáncer o para detener el VIH, pero siempre habrá dinero para encontrar nuevas maneras de hacer crecer los senos, esconder la gordura y hasta desaparecer el bigote femenino.
Sector público, sector privado, consumidores y necesidades, todo se conjunta en una especie de carrera, donde siempre gana el interés económico por sobre todas las cosas.
Al final de cuentas lo importante no es que te pongan más, sino dónde vas a meter todo el pellejo que ya tienes. ¿O no?