El avión presidencial de México es mucho más que el transporte de los más altos funcionarios de este país. Por la enorme polémica que genera el despilfarro que hace el gobierno con los recursos del erario público, representa un símbolo de la desvergüenza, la corrupción y la desigualdad que aquí privan.

En 2016, el gobierno mexicano adquirió este avión, cuyo costo fue de más de 220 millones de dólares, con cargo directo a las arcas nacionales, para pasar a formar parte de la flota presidencial que tiene 14 vehículos aéreos.

Enrique Peña Nieto, aún presidente de México, se dio el lujo de despilfarrar el dinero público en este célebre avión, al mismo tiempo que clínicas y hospitales públicos del país atravesaron, por una de sus peores crisis al no tener presupuesto ni siquiera para instrumental básico.

Y sí, el gobierno de Peña se caracterizó por sus fuertes recortes presupuestales a sectores como la salud y la educación. A este último sector se le redujo el dinero casi 1.5% en un año, lo que significó menos dinero para infraestructura, menos lugares en las escuelas públicas, materiales de más baja calidad y mucha menor inversión en el futuro de los mexicanos.

No olvidemos que en 2014, algunos años antes de la compra del nuevo avión presidencial, se hizo público que Paulina Peña, hija de Enrique Peña, hizo un viaje a Europa en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, al mismo tiempo que en Baja California un huracán dejaba cientos de damnificados.

Andrés Manuel López Obrador, quien sucederá al gobierno de Peña, ha declarado que no va a utilizar el avión presidencial porque, según dice, su mandato será austero y se caracterizará por la eliminación de lujos a los que los funcionarios mexicanos están tan acostumbrados.

Cierto o no, lo que dice el virtual ganador de la presidencia en 2018, la realidad es que ese avión fue un gasto excesivo, en un momento en que muchas otras necesidades eran obvias y latentes.

Democracia, meritocracia, lujo-cracia, ¿cómo llamar a tantos gobiernos mexicanos que, uno tras otro, han tirado el dinero nacional en lujos y comodidades, que se lucen ante el desgastado erario público?

@ElArdidisimo