368 millones de pesos, que estaban destinados a los afectados por inundaciones y lluvias torrenciales, han desaparecido en el estado de Veracruz.
Este dinero le fue entregado al Instituto Veracruzano de Desarrollo Urbano (Ivedu, ahora Instituto Veracruzano de la Vivienda [IVV]), por parte de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), para ayudar las personas que pierden bienes materiales, a causa de la naturaleza.
Sin embargo, el 4 de mayo del año pasado, la misma Conavi demandó en un juzgado federal de la Ciudad de México a la Ivedu, pidiendo que se le regresaran los 368 millones de pesos, más las cargas financieras que se generaron desde el año 2013, que es cuando se debieron de haber reintegrado estos recursos.
Oficialmente, se tenían a 3 mil 625 beneficiados de dichos recursos federales, esto de acuerdo con documentos públicos del Ivedu.
El Ivedu firmó en octubre de 2012, un contrato con el Grupo MIA, para que se construyeran 556 viviendas, de apenas 29 metros cuadrados cada una. Dicho papel está firmado por la cantidad de 53.5 millones de pesos. Dicha constructora tenía como límite el 12 de agosto de 2013 para construir las viviendas, sin embargo, no cumplieron con sus obligaciones y es por eso que la Conavi la demandó.
LO MÁS INTERESANTE
El precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el estado de Veracruz, Héctor Yunes Landa, exigió al gobernador Javier Duarte que explicara, en dónde quedó dicho dinero, ya que no se ha notado que Veracruz haya tenido mejoras, que justifiquen dicha cantidad.
Además, Yunes dijo que el PRI no está dispuesto a perder los comicios estatales por «una bola de pillos» que, remarcó, va a meter a la cárcel, en caso de ganar la gubernatura.
LO QUE MÁS ENCHILA
Javier Duarte rechaza toda acusación de desvíos de dinero en Veracruz, ya que dice que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene constancia de las actividades de su gestión pública.
A pesar de su actitud soberbia, y de los testimonios que hemos visto, escuchado o leído, acerca de su carácter, Javier Duarte se sigue comportando como todo un «caballero». Ni los desaparecidos en Veracruz, ni el feminicidio diario, ni siquiera el narcotráfico en la costa este del país, logran desbalancear la personalidad del rechoncho gobernador.
Es de ardidos 