Baches, inseguridad, pedazos de fierro andantes, basureros repletos, obras públicas a medias, y aguas negras que apestan a cientos de kilómetros de distancia. La Ciudad de México es muy poco amable con sus habitantes, casi nunca los trata con respeto y ambos viven una relación hostil y dependiente.

¿Qué tan bien te trata la ciudad donde vives, y cómo calificarías las relaciones que llevas con el resto de los habitantes?

Comparada con otras ciudades, la CDMX es una de las más agresivas en todos los sentidos posibles. Basta con contemplar la excesiva cantidad de ruido que los chilangos soportan a diario, aunado a todo el humo tóxico que respiran, cosas que muy pocos valientes pueden aguantar, y que continuamente expulsan habitantes.

Claro que por su enorme amplitud, la ciudad ofrece de todo, para todos los gustos y bolsillos. Algunos de los lugares más elegantes y exclusivos se encuentran aquí, mientras también hay rincones oscuros, verdaderos nidos del crimen, del hacinamiento y la descomposición social, que protagonizan miles de horrendas películas hollywoodenses.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Ciudad de México es la cuarta orbe más poblada del mundo, cuyo crecimiento no se ha detenido, en al menos un siglo, y ha derivado en áreas conurbadas cercanas que ya son extensiones de esta enorme capital.

Con tanta gente, tantas necesidades distintas y estructuras de gobierno, que simplemente no son suficientes, es lógico que la situación sea cada vez más complicada e insostenible; los chilangos se dirigen en picada hacia una especie de apocalipsis imparable, como una bola de carne que no puede detener su trayectoria hacia la licuadora.

@ElArdidisimo