La ignorancia es un estado general de desconocimiento. Tal como suena esa definición, una buena proporción de los mexicanos aplica perfectamente para ella, una ausencia total de conocimiento sobre las cuestiones elementales de la vida, del país y hasta de sí mismos. Da pena.

Según la firma europea Ipsos, que hizo una encuesta mundial, México resulta ser el país más ignorante de todo el planeta, ya que sus habitantes desconocen cuestiones tan básicas como la conformación de su población y sus características.

Probablemente haya sido una encuesta perfilada desde la visión europea, y ante la cual los mexicanos simplemente no encajan. Pero la realidad es que en este país, las personas sí hacen gala de su ignorancia con constancia y esfuerzo, y además no les importa demostrar sus carencias intelectuales, frente al resto de la raza humana.

Basta con ver la forma en que la población mexicana lleva ciertos asuntos públicos, para comprender los enormes grados de ignorancia que rigen en el país y las verdaderas razones por las que quedamos en los últimos rankings de casi todo.

De nada sirven todas las mentes intelectuales que salen de aquí, a poner el nombre de México en alto, si por otro lado una y otra vez las personas que aquí se quedan demuestran que la gran mayoría son mentes vacías.

Claro que mucho de lo que pasa con el raciocinio de los mexicanos, tiene sus bases en la educación, un sistema obsoleto basado en repeticiones y que no permite usar la lógica.

Se calcula además que unos cinco millones de adultos en México, son analfabetas, debido a que nunca han tenido acceso al sistema escolar y sus condiciones socioeconómicas, difícilmente les permiten ocuparse de esa cuestión.

La estadística anterior explica muy bien qué es lo que pasa con la ignorancia en México, al no permitir ni otorgar las facilidades para que un número mínimamente significativo de la población, pueda tener educación básica y con eso acceso a un mejor nivel de vida. En pocas palabras, la escuela es limitada y la que hay no hace demasiado por los estudiantes mexicanos.

En alguna ocasión, el ex-rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), habló acerca de cómo los costos de no invertir en educación a nivel nacional, son mucho mayores a cualquier cantidad de dinero que pudiera aportarse para aumentar el presupuesto gubernamental, y lograr que ese rubro mejore y crezca. Y no sólo en niveles económicos, la violencia y la pobreza también son resultado de la poca inversión en educación que hay en México, y una consecuencia directa de la ignorancia generalizada, en que viven millones de mexicanos.

Lo que más nos arde

Si no leemos, no estudiamos, no nos enteramos, no investigamos y no nos preocupamos por saber lo que en realidad ignoramos, entonces, ¿cuál es el futuro que nos espera como país?, ¿habremos algún día –en años luz– de alcanzar los niveles en calidad de vida que envidiamos de Suiza, Noruega o Canadá?, ¿cuántas páginas nos harán falta por leer, para decir que hemos dejado de ser ignorantes?, ¿será el costo de vida de los mexicanos un poco más barato, cuando eso suceda?

@ElArdidisimo