No hay candidato

Cuando llega un periodo electoral, en un país cualquiera, los ciudadanos dedican su tiempo a investigar quién es el que más conviene a sus intereses sociales y políticos particulares. El problema viene cuando vives en un país donde la democracia es algo así como un chiste, un cuento de hadas con feliz bizarro.

Hay que ser sinceros, México no tiene un candidato real para las elecciones presidenciales del 2018. Aunque millones de mexicanos no quisieran admitirlo y podrían buscar a toda costa algo que los haga confiar en los partidos ya conocidos, la verdad es que sólo hay más de lo mismo.

Ni siquiera podríamos decir que los llamados «candidatos independientes» realmente se salvan de ser una mala broma de la falsa democracia mexicana.

Izquierda, Derecha, Derecha radical, partidos alternativos que promueven la religión, la disidencia política y hasta la rebeldía social. Hoy día no podemos esperar que México saque por debajo de las piedras un candidato que nos salve a todos, porque el sistema de justicia está dañado de raíz y la democracia se queda en los libros.

Lo que más nos arde

Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, Margarita Zavala y José Antonio Meade, son los posibles candidatos a la presidencia de México. Analizando sus perfiles y los partidos que los presiden, la verdad es que no hay mucha tela de dónde cortar, porque tras todos ellos hay una enorme estela de corrupción, mentiras, nepotismo y una estirpe política que, aunque se pasa la silla, nunca deja el poder.

Para esperar algo más de las elecciones presidenciales, habría que replantear lo que buscan los ciudadanos y su convicción política respecto al país, pues gran parte de lo que no funciona es también culpa de la ignorancia y la ausencia del sentido de colectividad.

@ElArdidisimo 

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