El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) nos muestra un estudio realizado, a nivel nacional, para que veamos qué entidades de México son las que peor administran sus recursos financieros y gubernamentales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de la Función Pública (SFP) apoyaron en dichas estadísticas, ya que en ellas se pueden hallar datos reveladores acerca de qué tan «quemado» está el país en el 2016.
El orden de la lista va de «peor» a «mejor».
Tomando en cuenta factores como mala gestión de recursos financieros, recursos materiales, recursos humanos, mala gestión de contratos, etcétera, se llegó a la conclusión de que Baja California Sur, Morelos e Hidalgo son los estados que peor rendimiento tienen.
A pesar de que Nuevo León está como primer lugar en la tabla, no lo libra de tener problemas estatales de alto nivel, ya que sus 40 puntos hacen que la media de dicha tabla sea de 60 puntos. A su vez, Yucatán y Tabasco son los que le siguen en un «buen» promedio.
LO MÁS INTERESANTE
Volteando a los recursos humanos, Sonora sale perdiendo, pues no hay una transparencia total al momento de revelar los ingresos de sus empleados. Inclusive, se hallan inconsistencias en cuanto a algunos funcionarios, pues cuentan con un «perfil deficiente para sus funciones».
En lo referente a recursos materiales, Colima, Sonora, Baja California Sur, Tlaxcala e Hidalgo son los que, por alguna extraña razón, le otorgan muchos vehículos a sus trabajadores, para que «laboren». Inclusive se dice que, es posible que haya un «auxiliar en lustrado de calzado».
LO QUE MÁS ARDE
Como bien sabemos, ningún estado de la república está a salvo de haber gestionado algún contrato de manera poco transparente. Esta lista es solo un referente a una de las miles de cosas que están mal en el país. Depende de nosotros como ciudadanos, poner un orden en cada aspecto, pero para eso, debemos recurrir a la educación y a la cultura, tanto cívica como financiera, ya sea en casa o en nuestro trabajo.
Es de ardidos 