Los precios al cielo y nosotros al suelo, ¡esto es un asalto!

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Caminar por los pasillos de cualquier supermercado en México, es una frustración constante. A cada visita los precios son más elevados, esas monedas que tienes en la bolsa no comprarán mañana lo que compren hoy, porque estamos viviendo un alza generalizada de precios imparable, sujeta al dólar, al petróleo y a una serie de conceptos absurdos que no caben en la canasta de la familia mexicana.

La canasta básica en México eleva sus precios más de 30% cada cuatro años, eso, aunque el salario mínimo sólo se eleve algunos centavos, que obviamente no alcanzan para pagarla.

Es difícil de entender que el precio del combustible influye directamente en el consumo de los mexicanos, sobre todo para aquellos que tienen educación básica y salarios que no dan para comer al día; ¿cómo explicarles que el precio de su alimentación está directamente influenciado por el costo de unos barriles sacados del mar y cuyo valor asciende a montañas enormes de billetes que ellos nunca verán?

Y el gobierno mexicano, enemigo de todos y amigo del enemigo, usa la demagogia para justificar su incapacidad y el poco interés que tiene sobre los mexicanos más desprotegidos. No importa quién lo dé porque el discurso siempre es el mismo, y los mexicanos ya saben que los precios siempre suben, pero nunca bajan.

Hace unos 25 años, no tanto tiempo, tener un peso mexicano en la mano todavía significaba algo y los centavos se usaban, tenían valor, no eran un estorbo en la cartera. Con un peso podías comprar 10 dulces de 10 centavos y hasta una bolsa de chatarra.

Hoy un peso mexicano ya no significa nada, su valor ha sido víctima de devaluaciones constantes e intereses ajenos a lo que realmente significa comer, vestir y tener una vida buena y equilibrada. Y la luchar por el pan se vuelve de vida o muerte, hay cada ves menos, para menos personas, y la brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande.

Lo que más nos arde

En diez años el poder adquisitivo del mexicano promedio disminuyó más de 30%, lo que significa que con el mismo salario de hace una década, una familia ya no puede comprar lo mismo que compraba entonces, razón por la que tendrá que trabajar más, conseguir otro empleo o emplear a más miembros para completar su gasto.

La economía es un tema que a los mexicanos nunca les ha salido bien. Devaluación tras devaluación, parece que ahora sí las cosas van a cambiar, pero antes de eso viene otro golpe, otra crisis económica mundial y otra sarta enorme de justificaciones, por las que todos los mortales de a pie en este país entienden que hoy no les va alcanzar el dinero, ni mañana tampoco.

La próxima vez que vayas al supermercado recuerda que eso que ves ahí, no es un asalto a mano armada, es solamente el paso del tiempo en este jodido país.

 @ElArdidisimo

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