Ignorancia sexual

No hay estadísticas oficiales al respecto, pero es bien sabido que los mexicanos son auténticos ignorantes sexuales. Desconocen sus cuerpos, sus funciones más básicas, sus propias necesidades e incluso cómo tener una sexualidad sana, responsable y satisfactoria.

No se habla, no se discute y hasta se prohíbe el tema de la sexualidad en la mayoría de las esferas sociales, pero entonces: ¿cómo vamos a aprender de una necesidad que resulta natural y apremiante?

México es un gran heredero de las tradiciones católicas, lo que por supuesto va en contra de todo aprendizaje sexual o erótico. En razón de ello, también es claro que los sectores más populares y con las creencias religiosas más arraigadas, son los que sufren más ignorancia sexual.

Se calcula que más del 80% de las mujeres del sector rural en México, nunca ha tenido un orgasmo. Aunque para estudiar esa estadística, habría que tomar en cuenta que en esos niveles, ellas sufren violencia doméstica, violencia sexual, mala alimentación y ausencia total de salud pública.

¿Cómo podríamos pedirle a mujeres de zonas alejadas que tuvieran una sexualidad saludable, si comen muy poco y se reproducen casi de milagro?

Aunque la ignorancia sexual no es exclusiva del sector rural. En las grandes ciudades, los más jóvenes también ejercen su sexualidad bajo el velo de la ignorancia, pese a tener acceso a herramientas informativas como los libros e Internet, y los embarazos adolescentes ya son una epidemia imparable.

Embarazados no deseados y Enfermedades de Transmisión Sexual, son los principales problemas que acarrea el desconocimiento, aunque a ello habría que sumarle toda la enorme cantidad de mexicanos que se pasan la vida llevando una vida sexual a medias, poco satisfactoria, simplemente porque el miedo no les permite informarse y hacerse dueños de sus propios cuerpos.

Sería impactante hacer una encuesta sobre cuántas mujeres mexicanas conocen el nombre real de sus genitales, está claro que muy pocas, porque la mayoría, so pretexto del pecado, la enfermedad y otra bola de tonterías, jamás se han preocupado por saber qué es lo que llevan entre las piernas.

Y lo mismo sucede con los hombres mexicanos, la mayoría cruzan el umbral del matrimonio sin entender cuál es la función real de sus genitales, sin comprender su anatomía y menos aún la de sus compañeras. Y así, se pasan la vida tocando a ciegas, literalmente.

Lo que más nos arde

Mientras en países como Noruega se fomenta la masturbación en la adolescencia, como una forma de autoconocimiento y ejercicio seguro de la sexualidad, en México se le sigue diciendo a las niñas y los niños que es mejor embarazarse por no saber poner un condón, que tener pelos en la mano por hacer esas “cosas del diablo”.

Preguntémonos con toda sinceridad, ¿será que somos un país de malcogidos?

@ElArdidisimo 

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