A medio comer, a medio vestir y a medio correr para alcanzar el camión. Así vive, en pleno siglo XXI, la clase media mexicana, un gran sector poblacional que es víctima de los impuestos, las instituciones públicas ineficientes, el aumento generalizado de precios, y la falta de interés del gobierno, en que sus ciudadanos de a pie progresen y alcancen mejores niveles de vida.
El 52% de los mexicanos se encuentran en el estatus de clase media, lo que significa que sus ingresos les dan para comer lo suficiente, alcanzar educación, salud y uno que otro lujo, de vez en cuando.
La clase media mexicana es el ejemplo perfecto de “población bunker”, lo que significa que aguanta de todo, el peso de las clases altas sobre su jodida condición, y la mirada envidiosa de las clases populares, que no pueden darse ningún lujo y viven al día.
A los ricos no les interesa tanto la inflación, de todos modos siguen pagando por sus bienes de lujo y no reducen su consumo, mientras a los pobres les importa aún menos porque nunca han tenido acceso a nada, y están habituados a alcanzar solamente migajas. Sin embargo, a la clase media cualquier movimiento económico, la caída o subida del dólar, la inflación, la creación de nuevos impuestos y hasta el aumento a la gasolina, le afecta de una manera impresionante.
De 2010 a la fecha, la clase media mexicana perdió hasta el 8% de su poder adquisitivo, lo que significa que ganando lo mismo, ahora puede comprar menos y va perdiendo solvencia económica.
Lo que más nos arde
Todo este asunto no es otra cosa que el resultado de la enorme desigualdad. Cada vez se acentúan más las diferencias entre ricos y pobres, los pobres son mucho más pobres y sus carencias son evidentes, frente a la acumulación de riqueza que ostentan las clases más privilegiadas del país.
Asuntos tan sencillos como salir a comer afuera o ir al cine, se están convirtiendo en lujos, los precios se elevan, pero no así los salarios, aún cuando los mexicanos son población cada vez más preparada profesionalmente y que, incluso, ya compite con la de otros países más desarrollados.
No es que la clase media crezca, sucede que quienes tenían un poco más, ahora tienen menos, todo es mucho más costoso y el grueso de los mexicanos se va agrupando en un enorme conglomerado de jodidos sin remedio.