Ya ni para los extranjeros es raro saber acerca del feminicidio en México. Que si dos muertitas por aquí, que si dos violadas y asesinadas por allá. Hoy más que nunca se tiene en la mirada pública a la violencia de género, temática que hace de nuestro país un infierno.
Miles de familias se han visto afectadas por estos casos, ya sea que alguna figura femenina cercana a ellos haya sido asesinada, violada o golpeada. Los afectados son muchos y de distintas formas.
La cuestión es que, hoy en día, en 16 estados de la república mexicana se ha solicitado que se emita la «Alerta de Género», esto con el fin de detener (o intentarlo de manera más enfocada), cualquier tipo de violencia que se lleve a cabo contra la mujer.
Los estados son: Guanajuato, Morelos, Michoacán, Colima, Baja California, Sonora, Querétaro, San Luis Potosí, Quintana Roo, Sinaloa, Puebla, Tabasco, Estado de México, Chiapas, Nuevo León y, desde luego, Veracruz.
Cabe destacar que, de estos 16 estados, SOLO dos (Morelos y el Estado de México) han logrado que se emita dicha alerta (y al Edomex le tomó cinco años hacerlo).
LO MÁS INTERESANTE
Más de 60 de cada 100 mujeres, en México, mayores de 15 años, han padecido distintos tipos de violencia, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada por el Inegi.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia contra las mujeres es un problema de salud pública, en el ámbito mundial, de proporciones epidémicas, porque impacta sobre la salud física y mental de las mujeres, ya que el daño puede ir, desde huesos rotos, hasta complicaciones vinculadas a los embarazos, problemas mentales y un deterioro en el funcionamiento social.
LO QUE MÁS ENCHILA
Muchas organizaciones, de estos estados, llevan años pidiendo que se active la «Alerta de Género», sin embargo, el gobierno ha hecho caso omiso de esta necesidad, por darle prioridad a muchos otros asuntos políticos.
Han de estar esperando que, esta vez, sean 43 mujeres las desaparecidas, para prestar atención a un problema que va en crecimiento.