Mucho de nuestro estrés diario se basa en las tareas, ya sea académicas o laborales, que debemos llevar a cabo. Tal vez tú estés sentado en tu oficina, frente a tu computadora, de lo más «tranquilo», pero tu mente sabe que tienes asuntos pendientes y que debes terminarlos en determinado tiempo.

La Asociación Americana del Corazón realizó un estudio en el que se revisó el estilo de vida y hábitos comunes, de los trabajadores de diversas áreas laborales.

Una de sus conclusiones, es que los trabajadores freelance son los que mejor estilo de vida laboral tiene, ya que acomodan sus horarios a conveniencia, lo que les da tiempo para hacer ejercicio, tomar una siesta, comer adecuadamente, y trabajar en el momento que ellos lo decidan.

Ahora, el área que mayor estrés registra en sus actividades diarias, es la de la Ley. Así es, los policías son los que corren mayor riesgo de un infarto; de acuerdo con algunos cálculos, el 77% de ellos tienen problemas de colesterol, y un 35% puede sufrir de presión alta.

Las personas que trabajan en oficinas no se salvan de nada, pues también se registra un hábito muy malo: el de comer frente a la computadora. Esto puede ser indicador de mucho trabajo, y presión para completarlo.

LO MÁS INTERESANTE

El trabajo más riesgoso para el corazón es… el de chofer. Uno pensaría que es muy fácil y sencillo conducir todo el día, de aquí para allá, sentado, pero los choferes cuentan, en su mayoría, con el hábito de fumar, lo que se suma a una mala alimentación y a un estrés impresionante, debido al tráfico de las ciudades.

Ahora, el trabajo que menos daños causa a la salud, es el de gerente o directivo de una empresa. Ellos tienen menos tendencia a los problemas cardiovasculares, debido a que suelen elegir TODOS sus horarios; desde a qué hora llegan a la oficina, hasta a qué hora salen, sus comidas, el gimnasio, el paseo con las familias, y sobre todo, la lana que ganan.

En esta ocasión no hay porqué estar «ENCHILADO«, más bien preocupado, ya que debemos cuidar, de la mejor manera posible, nuestra salud; por lo menos, si queremos llegar a viejitos, «cara de pasita».

@ElArdidísimo