La llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al gobierno de México no sólo ha impactado porque supone la caída del régimen priista de toda la vida, sino porque inició con una fuerte política de austeridad, que está significando el recorte de miles de empleos en diversas instituciones.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y diversas universidades que funcionan con presupuesto federal, están siendo recortadas en sus diferentes áreas, so pretexto de ajustar presupuestos y agilizar el trabajo que, todos sabemos, muchas veces sólo redunda en burocracia y “horas nalga” en las oficinas.

Quizá el problema en los recortes de AMLO está en que realmente no está llegando a los altos funcionarios, esos que ganan sueldos desproporcionados, y sí está afectando a trabajadores de la clase popular, que mantienen a familias enteras con sus salarios.

Otro recorte polémico de AMLO ha sido hacia el sector de la cultura, al cual el mismo presidente ha propuesta quitar mil millones de pesos.

En un país donde la cultura, el arte y la educación hacen tanta falta, no suena muy lógico quitarles presupuesto, aunque quizá habría que revisar hacia qué áreas se va el dinero existente, pues se sabe que sí hay inversión, pero se queda en un sector elevado y no llega a donde hace falta.

Lo que más nos arde

Si por sí solas, las instituciones gubernamentales ya trabajan a medias y nunca tienen presupuesto, ahora quién sabe que será del país, si además se les quita dinero bajo el pretexto de la famosa austeridad de AMLO.

@ElArdidisimo