Tienen salarios envidiables, autos de lujo, chófer, pensiones millonarias, y además son figuras públicas reconocidas. Son políticos mexicanos que habitan en una especie de burbuja; se creen intocables e inalcanzables, solamente porque están en la función pública.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), recién electo presidente de México, dio a conocer varias iniciativas para quitarle privilegios a la clase política, empezando por bajar sus exorbitantes sueldos que no correspondían para nada con la austeridad con que viven la mayoría de los mexicanos.

Esa propuesta trajo una lluvia de comentarios y descalificaciones por parte de los afectados; además de que ya ganan demasiado, y sus niveles de corrupción dan ganas de llorar, todavía se ofenden porque les van a recortar su estilo de vida de magnates.

La clase política de México da vergüenza, no solamente gana mucho sin trabajar, también es floja, corrupta y cínica, y se aprovecha del privilegio que significa poder servir en el gobierno.

Y sí, se creen “gente rica”, pero lo son porque los mantienen 120 millones de mexicanos con sus impuestos, a la que además engañan y desprecian constantemente, porque no pertenece a su sector, no va a sus privilegiadas escuelas y menos accede a sus círculos.

Lo que más nos arde

Millones y millones de pesos se destinan en cada ejercicio fiscal, para mantener a los políticos mexicanos, dinero que podría alimentar escuelas, hospitales, centros deportivos y hogares, pero que se va en darle de comer a esta clase social que se ha convertido en un verdadero lastre.

@ElArdidisimo