Balaceras, asesinatos, feminicidios, suicidios, venta de drogas, etcétera. Nadie nunca imaginó que el alma mater de México se convertiría en una zona de terror.
Ciudad Universitaria, el hogar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se han formado la gran mayoría de las mentes más brillantes del país, hoy atraviesa una crisis de inseguridad que no es ajena a la que se vive afuera, en la ciudad y en el resto de los estados.
Hace por lo menos dos años, y quizá más atrás, comenzaron a suceder crímenes cada vez más escandalosos en este lugar, sin que hasta ahora se haya podido poner freno a lo que ahí sucede.
Políticos, funcionarios públicos, autoridades universitarias, todo el mundo tiene una opinión respecto a lo que ahí está pasando, tanto que los rumores apuntan a que todo un grupo criminal está instalado en CU y permanece al cobijo de la corrupción.
Sin importar qué tan cierto sea lo anterior, la realidad es que CU es la cristalización de los anhelos de la sociedad mexicana y donde se cocina el futuro de todo el país. Siendo así, este sitio no puede ser ajeno a lo que pasa afuera, manifestado especialmente en la vida de los jóvenes que están viviendo un país sumamente violento, hundido en las drogas y el crimen organizado.
CU debería ser uno de los lugares más seguros de México, garantizando con ello que la UNAM es la mejor universidad de América Latina y una de las mejores del mundo.
¿Si la mejor universidad del continente no es segura, qué podemos esperar del resto de México?
Se dice que buena parte del problema en este lugar es el comercio de drogas, mismo que atrae a criminales de todo tipo y grupos enteros de jóvenes que se acercan buscando eso, pero que ni siquiera estudian ahí.
Es un problema generalizado, el comercio de narcóticos está en todas partes, en todos los sectores económicos e intelectuales, y por desgracia ya se está llevando la vida y la tranquilidad de ciudadanos que no tienen interés en el asunto.