Circo-debate presidencial

Si eres mexicano, seguro que más de una vez te has sentido un auténtico palero, un espectador aburrido de una telenovela mugrosa, gastada y mal hecha que se llama política mexicana.

Estamos a unos meses de las elecciones presidenciales del 2018, en pleno siglo XXI, esperando un cambio que sabemos necesario, pero que no pinta para ser en este ni en los próximos dos o tres sexenios.

Margarita Zavala, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Jaime Rodríguez Calderón, son los candidatos a subirse a la silla presidencial este año. Representan a todo el gremio político, con sus variantes, sus divergencias políticas, Izquierda, Derecha, radicalismo popular y hasta la mano de la Iglesia Católica, que se asoma por ahí.

El primer debate presidencial, llevado a cabo el 22 de abril del 2018, no fue más que una auténtica burla para millones y millones de electores. Costó más de cuatro millones de pesos del erario público, pero los argumentos dados por los candidatos no sumaron ni dos pesos, porque fueron pobres, paupérrimos, casi dignos de un apuntador con pésimo dictado.

Básicamente el debate trató sobre cómo AMLO tiene unas propuestas demasiado fantásticas para acabar con el crimen organizado, mientras el resto de los candidatos se dedicaron a señalarlo, acusarlo y excusar con eso, que tampoco tienen nada nuevo bajo la manga.

La situación del país exige mucho más que un intento, un tratar, mucho más que buenas y cristianas intenciones como las de Margarita o el dedo acusador de Jaime Rodríguez, que quiere cortarle las manos a todos (¿no dicen “el buen juez por su casa empieza”?)

Lo que más nos arde

¿Qué va a ser de México si el ganador de la presidencia, sea quien sea, resulta un payasito de circo, que nada más viene a hacernos reír con sus nalgas de globo?

@ElArdidisimo

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