Los ex futbolistas ingleses Chris Unsworth y Jason Dunford, han revelado que sufrieron abusos sexuales y violaciones en el inicio de su carrera profesional, elevando así a siete, el número de antiguos jugadores que fueron víctimas de abusos en el balompié británico.
Unsworth y Dunford se han unido a Paul Stewart, Steve Walters, Andy Woodward, David White y a un ex jugador, cuyo nombre no se ha revelado, como antiguos profesionales que han confesado haber sufrido abusos en el pasado, por su entrenador.
Chris Unsworth, de 44 años, canterano del Manchester City y del Crewe Alexandra, ha relatado que fue violado «entre 50 y 100 veces», y que la primera vez que su técnico abusó de él «tenía sólo nueve años».
Bennell, que se ha cambiado el nombre a Richard Jones, tiene 62 años, y cuando tenía 44 fue declarado culpable, tras admitir 23 cargos por abusos sexuales con niños de entre 9 y 15 años, con una sentencia de nueve años de prisión. En 2015 fue condenado a dos años de cárcel, por abusar de un niño de 12 años, en Macclesfield, aunque en la actualidad se encuentra fuera de prisión.
Andy Woodward fue el primero en reconocer haber sufrido abusos cuando iniciaba su carrera. Cuando tenía 11 años, y jugaba en el equipo de su barrio, el entonces entrenador y ojeador, Bennell, le invitó a entrenar con el Manchester City, y de ahí pasó al juvenil del Crewe Alexandra.
«A medida que avanzaba mi carrera, tuve que actuar como si nada hubiera pasado. La primera vez que intentó algo, recuerdo que me puse un poco agresivo con él. Era una habitación oscura y yo estaba en la cama de arriba de una litera cuando entró. Le dije que se fuera y después de eso no pasó nada durante los siguientes meses», comentó Walters, el jugador más joven en debutar en el Crewe, con 16 años.
«Cuando la policía vino a verme, nunca dije nada, Vinieron un par de veces, pero siempre lo negaba todo, no podría haber seguido jugando al fútbol de haberlo admitido.”
LO QUE MÁS NOS ARDE
Es que muchas historias como ésta, suceden a diario; estas historias salen a la luz, porque son figuras públicas internacionales, pero ¿cuántos niños no son víctimas del mismo delito en equipos pequeños con el temor de ser juzgados si dicen algo a sus padres o policías? Lo peor es que, los mismos abusadores amenazan a los niños con no dejarlos jugar o hasta con matarlos, si dicen algo. Este es el otro lado del deporte, el lado oscuro qu,e como siempre, las autoridades se hacen de la vista gorda para no meterse, o hasta por corrupción.