Comprar una casa es, para muchos, un sueño o un símbolo de prosperidad y de progreso, significa ya no tener que pagar renta, ya no depender de la casa de alguien más. Pero hacer este sueño realidad, puede resultar más difícil de lo que se podría imaginar.

Según un estudio encabezado por la Organización Internacional del Trabajo, realizado en 2012, en México el sueldo promedio mensual es de $609 dólares, unos 8 mil 019 pesos. Desde aquí las cosas no suenan muy bien, con poco más de 8 mil pesos, un mexicano debe cubrir sus necesidades básicas y considerar adquirir un auto o una casa.

En los portales de diversos bancos se pueden utilizar sus simuladores financieros, para calcular, en base al valor de la vivienda y el plazo, el pago mensual requerido. Al usar el simulador de HSBC, nos muestra que, con un valor de vivienda de un millón de pesos, el pago mensual sería de poco más de 8 mil pesos:

Cualquiera podría pensar que, una vivienda de un millón de pesos es muy cara, para la mayor parte de la población, pero aun haciendo el mismo ejercicio, con una vivienda con valor de 500 mil pesos, el simulador nos arroja un pago mensual de poco más de 4 mil pesos; lo que representa el 50% del sueldo promedio mensual en México.

Es por eso que muchas personas optan por comprar casas relativamente pequeñas, en las periferias de las ciudades, donde los precios son más bajos por metro cuadrado. Aunque esto podría implicar estar lejos de su lugar de trabajo. Casas con esas características, pueden costar unos 300 mil pesos, 8 mil pesos menos que el valor de un auto Honda Civic 2016.

LO QUE MÁS ENCHILA

A pesar de todas estas cifras, el Estado mexicano no ha tomado medidas suficientes para que la gente pueda gastar inteligentemente su dinero, ya que, apenas pueden cubrir sus necesidades básicas. El salario mínimo en México ha perdido el 72.8% de su poder adquisitivo, a lo largo de 36 años, aunado a la poca cultura del ahorro de los mexicanos, y las altas tasas de intereses en los mercados hipotecarios.

@ElArdidisimo