Hace exactamente 60 años, la Ciudad de México, en ese entonces en plena efervescencia poblacional, vio nacer el Mercado Martínez de la Torre, en el corazón de la colonia Guerrero, en el centro capitalino.
De aquella época a la fecha, en el siglo XXI, este mercado sigue siendo uno de los más emblemáticos de la CDMX y del que además dependen, por herencia y tradición, cientos de familias chilangas que ponen su sustento en los locales de este enorme conglomerado comercial.
Protegido por los habitantes de la colonia Guerrero, quienes son celosos de sus tradiciones y costumbres frente a la invasión de la modernidad, el mercado Martínez de la Torre se ha mantenido, a pesar del paso del tiempo, de crisis económicas y desastres como el terremoto de 1985, que comprometió muchas construcciones de la zona.
El paso del tiempo también ha cobrado su factura en este lugar, la fachada luce deteriorada y casi no se ha invertido nada en el mantenimiento. Por eso, supuestamente, el gobierno de la ciudad hizo el intento de lanzar una remodelación de todas las naves en 2017.
A lo largo de once meses, muchas familias de comerciantes vieron disminuidas sus ganancias debido a las labores de reconstrucción, mismas que fueron defendidas a capa y espada por el gobierno capitalino. Claro, si ya se acerca la temporada electoral y los funcionarios andan buscando huesos para morder…
Entrando 2018, los habitantes de la Guerrero se toparon con la realidad. La primera tromba del año, a mediados del mes de enero, demostró las deficiencias en la construcción del techo y provocó inundaciones en el interior.
Lo que más nos arde
Irónicamente, los vecinos ya habían denunciado que los materiales usados en la remodelación eran de mala calidad, que no se tomaban en cuenta las preocupaciones de los locatarios y que además había un enorme hermetismo por parte de la delegación, respecto de los recursos utilizados para tal fin.
Mucho más irónico aún, unos días antes de que estallara el desastre, este mercado fue visitado por Mikel Arriola, precandidato del PRI a la Jefatura del Gobierno de la CDMX, quien hizo montones de promesas de campaña, y hasta tuvo la puntada de ofrecer un programa de renovación de mercados en la capital.
Por supuesto, ni el ex delegado Ricardo Monreal, ni ninguna otra instancia, van a responder por los trabajos mal ejecutados en la remodelación del mercado. A eso solamente se enfrentarán locatarios y habitantes de la Guerrero que, una vez más, tendrán que levantar su colonia ellos solos y sin ayuda de este demagógico gobierno.