Mancera y sus sueños metrobuseros…

metrobus2.jpg

Una noche cualquiera en Chilangolandia, justo a mitad de semana y en plena avenida principal, donde habitan cientos de familias, un estruendo de dimensiones apocalípticas rompe con el silencio de la hora. No, no es un terremoto, tampoco el señor de los tamales y menos aún una vieja gorda dándole de gritos a sus bendiciones.

Se trata, nada más y nada menos, que del famosísimo Metrobús y sus constantes proyectos de expansión por todas las avenidas de la Ciudad de México. No basta con provocar un caos vehicular con su construcción, que además suele durar entre uno y dos años, ahora además hay que soportar que hagan los arreglos de noche, con las máquinas más escandalosas y sujetos que gritan sin parar.

La expansión del Metrobús, que inició en 2017, tuvo un costo de 2 mil millones de pesos, dinero del erario que supuestamente vendría a beneficiar a los capitalinos, pues la idea original era conectar del centro a sur de la ciudad, en una sola línea de transporte que acabara con los odiados microbuses.

Evidentemente nadie le ha preguntado a los capitalinos qué piensan del Metrobús y de sus constantes proyectos de expansión, si es que sienten algún beneficio o utilidad con ello, y de qué manera les afecta la situación.

No es una negativa al progreso, es simplemente que no parece tomar en cuenta la opinión de los usuarios quienes, dicho sea de paso, habitan todas esas zonas en las que se confinan carriles, se provoca caos vial y el flujo de personas se vuelve una constante.

Lo que más nos arde

¿Sí necesitamos todo el crecimiento del transporte público de la última década?, ¿qué tanto ha aumentado o disminuido el tránsito, desde que aparecieron asuntos como la famosa Línea 12 del Metro o el querido Metrobús?, ¿no suena más bien a un asunto de mercadotecnia y empresas que se benefician con las concesiones?

La cultura expansionista del gobierno de la Ciudad de México, no está dando mayor calidad de vida a los ciudadanos, ni tampoco está estableciendo un orden realista para el crecimiento urbano, simplemente está respondiendo a intereses políticos y empresariales que en nada se encaminan al bienestar social.

@ElArdidisimo

 

Deja un comentario