Un evento histórico sucedió en México. Se ha creado el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar, que por el momento, ha logrado reunir a 500 mujeres que trabajan en hogares ajenos.
Una primera reunión se llevó a cabo en la Junta de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México, en donde Laura Aquino, Secretaria General del sindicato, argumentó que el Sinactraho ha sido creado para dar a conocer, de manera amplia, los derechos a los que son acreedores, las personas que laboran en este sector.
A su vez, la Secretaria Aquino menciona que este sindicato servirá para sensibilizar a las personas que emplean a dichas trabajadoras, ya que desde hace mucho tiempo, se ha tenido a esta figura laboral en una «cultura de esclavitud», debido a que no se le reconocen sus derechos.
LO MÁS INTERESANTE
Con este sindicato, las trabajadoras y trabajadores del hogar podrán pedir un sueldo que vaya desde el salario mínimo, hasta lo negociado con el empleador, gozarán de seguro social, y podrán tener aguinaldo y vacaciones.
Para inscribirse, se piden requisitos básicos, como demostrar que se labora en un hogar ajeno, presentar documentos de identificación oficiales, y participar en los talleres de capacitación del sindicato.
LO QUE MÁS ENCHILA
En México, la sociedad tiende a tratar de manera despectiva a aquellas personas que trabajan en la casa de otras personas, ya sea barriendo, lavando trastes, cuidando a los niños, etcétera. Esto viene desde los estatus socioeconómicos más altos, al ver de manera «inferior» a aquellas personas que, por alguna razón, tienen que trabajar limpiando casas de otras personas.
Apodos como «gata», «chacha», «mandadera» y «famulla» son algunos de los apelativos que se le dan a estas mujeres.
Sin duda alguna, el desprecio social hacia este grupo trabajador, proviene de gente sin cultura y sin respeto a las labores domésticas, pero sobre todo, es respeto a un ser humano.