Los muertos de la elección

Las elecciones del 2018, en México, dejaron mucho más que montañas enormes de basura y gastos que nunca se aclararán; en menos de un año y en torno a este proceso, 101 personas fueron asesinadas en todo el país.

Claro, un proceso democrático debería garantizar, no solamente la manifestación de la voluntad del pueblo, sino también la seguridad para que, todos y cada uno de los participantes, ejerzan sus tareas con libertad y sin miedo.

Pero en México hace mucho tiempo que la libertad es letra muerta, literalmente, porque hay una fuerza paralela al Estado, que hace su propia voluntad, manda, calla, mata, mutila y silencia todo lo que no conviene a sus intereses.

Esos 101 muertos fueron funcionarios, políticos, miembros de partidos y candidatos, que por alguna razón se convirtieron en incómodos para el poder y tuvieron que ser eliminados de la jugada.

Es sumamente difícil hablar de democracia en un país donde cualquiera que pretenda ejercerla, puede convertirse en víctima de la violencia. ¿Cómo querer ser un candidato que venga a cambiar las cosas, cuando podrías ser amenazado, secuestrado, torturado y asesinado?

Sumado a estas cifras, también se sabe que al menos 45 comunicadores fueron agredidos durante el periodo electoral, algunos de los cuales, incluso, fueron desaparecidos y asesinados por documentar fraudes, extorsiones y corrupción, en torno a las elecciones.

Muchos podrán estar celebrando el triunfo de sus candidatos, sin embargo, nada habría para celebrar si aceptamos que esta jornada electoral fue violenta, poco transparente y estuvo llena de ilegalidades.

@ElArdidisimo

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