Los ricos y los pobres de México

La distribución de la riqueza se polariza cada día más en México. En las últimas dos décadas, los ingresos del país han aumentado, mientras la tasa de pobreza continúa estancada y los millonarios se han hecho con fortunas más generosas; según un estudio de Oxfam, en el país, el 46.5% de la población, vive en pobreza, mientras un 1% de los mexicanos, acumula el 21% de la riqueza del país.

El estudio apunta hacia la evolución de la riqueza y la pobreza, en los últimos años. Por una parte, los millonarios crecieron un 32%. Las fortunas mexicanas más prominentes se han concentrado en 16 personas, que han visto crecer sus ingresos de la mano de negocios privados, concesionados o regulados por el Gobierno mexicano. “Estas élites han capturado al Estado mexicano”, refiere la investigación.

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Oxfam señala que los esfuerzos del Estado para distribuir los ingresos, han inclinado la balanza en favor de los más ricos. Los empresarios Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego y Alberto Bailleres son los hombres más ricos de México, y sus fortunas han crecido exponencialmente, en los sectores de las telecomunicaciones y la minería, en los últimos 20 años, con ayuda de unas regulaciones estatales favorables para sus negocios.

El estudio insiste en que el Gobierno mexicano ha diseñado, en los últimos años, una política fiscal que favorece a quienes más tienen. La Hacienda mexicana, por ejemplo, no cobra impuestos por las ganancias en el mercado accionario, ni por herencias o cuantiosos intereses.

En el otro extremo, están 53.3 millones de mexicanos que viven en pobreza, de los cuales, 23 millones no pueden comprar la canasta básica, aunque reciban el salario mínimo. Se ha puesto el foco rojo sobre cuatro problemas básicos, que impiden que este sector de la población adquiera más beneficios de sus ingresos: la precariedad del salario mínimo, la marginación a la población indígena, la brecha entre la educación pública y privada, y el incremento de la violencia.

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El salario mínimo en México es de 73 pesos diarios; su valor se encuentra por debajo de la línea de bienestar, y el poder de compra con ese ingreso, ha disminuido drásticamente en los últimos 30 años. La educación pública se imparte en escuelas que no cuentan con los servicios básicos de agua y electricidad, y donde el 80% de los estudiantes no tiene acceso a Internet.

LO QUE MÁS NOS ARDE

Es que todo el mundo lo sabe, pero tal parece que a nuestro gobierno le vale madres. México necesita un Estado que trabaje para los muchos y no para los pocos, en donde se gaste con sentido en educación, salud y servicios básicos. Que impulse políticas para que las personas no trabajen para seguir siendo pobres, para que paguen más los que más tienen y para hacer un Estado más transparente.

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@ElArdidisimo

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