Los alimentos y bebidas que se venden en vías públicas, y que consumen los habitantes de la ciudad, no son muy higiénicos y tienen mala calidad. Por lo tanto, no ofrecen garantías plenas para la preservación de la salud; más de la mitad de los alimentos se encuentran contaminados, y la mayoría de los puestos presentan graves faltas de higiene, e incumplimientos de las normas.

Las consecuencias para la salud, por el consumo de alimentos elaborados sin normas de higiene, son gravísimas, porque van desde enfermedades gastrointestinales moderadas, hasta presentar complicaciones que pueden derivar en la muerte de las personas, si no son atendidas oportunamente.

Las enfermedades más frecuentes, por alimentos contaminados son: diarrea, hepatitis A y gastroenteritis. Otras son provocadas por bacterias como: la fiebre tifoidea, salmonelosis, cólera e infecciones por amibiasis: ameba (amiba – Entamoeba histolytica), y otros parásitos diversos.

Los niños son los más afectados por el consumo de alimentos que se venden en puestos callejeros, o cercanos a los establecimientos educativos. Todos estos puestos de “comida callejera”, requiere de una investigación y evaluación, con respecto a su estado y realidad actual, en general. Y con especial atención en la calidad de los productos, para asegurar que los alimentos sean aptos para el consumo, y así procurar el apoyo de las acciones adecuadas y favorables, para la preservación del bienestar del público consumidor.

Las advertencias sobre estos riesgos, y las recomendaciones de higiene y medidas adecuadas, para asegurar que los alimentos sean inofensivos, se generalizan en todos los países. Una de ellas es el simple lavado de manos con agua y jabón, que puede salvar la vida de quienes comen en estos lugares con frecuencia, y de las personas que venden comida en puestos de la calle, ya que las manos son las portadoras de bacterias que provocan enfermedades respiratorias y diarreicas, que son la causa más frecuente de muertes infantiles, y graves malestares en jóvenes y adultos.

Otra de las faltas higiénicas son los platos, vasos y cubiertos, los cuales apenas son enjuagados en agua, y no bien lavados, y luego te encuentras restos de comida viejos o pelos en la sopa. ¡Qué asco!

LO QUE MÁS NOS ARDE

Es saber que el delicioso sabor que tiene toda esa comida, si no se prepara adecuadamente, puede llevarnos al hospital o a la tumba. Arde saber que a la gente que las prepara, no les importa si están adecuadamente preparadas, o si le van a causar algún mal a quien se las coma; al contrario, sólo les importan las ganancias que esto conlleva.

@ElArdidisimo