El tema de los feminicidios en México y su alarmante aumento tiene a buena parte de la población aterrorizada, especialmente porque este tipo de crímenes parece buscar víctimas cada vez más jóvenes.
Y sí, nadie niega las terribles cifras, sin embargo, habría que buscar cuál es el origen real de tanto odio. La verdad es que no es un odio generalizado contra las mujeres, es un odio generalizado contra la vida, contra todos, y una violencia que ha sido normalizada durante décadas y ataca a todos los sectores sin importar género, edad, posición social u ocupación.
México es uno de los primeros países en trata de menores
En 10 años en México desaparecieron más de 8 mil menores, la mayoría víctimas de grupos de trata y dirigidos a explotación sexual o laboral.
Niños, niñas, adolescentes y hasta bebés son víctimas de este tipo de delincuencia, y muchos incluso son llevados de manera ilegal a otros países para que nadie pueda encontrarlos.
México es el primer lugar en asesinatos de periodistas
En menos de 20 años casi 200 periodistas fueron desaparecidos en México y la mayoría fueron víctima de grupos criminales que tomaron venganza por el trabajo informativo.
¿Cómo llegamos a ser el primer país en periodistas asesinados? Mucha corrupción, colusión del crimen con las autoridades y un sistema judicial inoperante hacen un caldo de cultivo perfecto para matar más periodistas que los países en guerra.
México es primer lugar mundial en secuestros
Antes que cualquier otro país, México es el país donde más casos de secuestro hay a nivel mundial. Este delito creció casi 300% en 2018 y ha dejado de tener relación con el nivel socioeconómico de las personas, pues ahora incluso quienes tienen ingresos bajos también son víctimas y tienen que deshacerse de lo poco que poseen para pagar los rescates.
México tiene el primer lugar en abuso sexual infantil
No sólo las mujeres sufren abuso o acoso, incluso niños y niñas viven acechados por este mal.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene el primero lugar mundial en abuso sexual infantil con 4.5 millones de casos nuevos al año.
Y no, los perpetradores de estos crímenes no se esconden en las cañerías ni salen de una caja de cartón; el 80% de los abusadores sexuales de niños son familiares directos, es decir, padres, tíos, primos, abuelos o hermanos.
México tiene el primer lugar en maltrato infantil
También la OCDE afirma que 7 de cada 10 menores mexicanos son víctimas de violencia en sus propios hogares, lo que indica que, otra vez, los abusadores no están afuera, están en cada casa y se esconden en la forma de padres, tutores o educadores.
Mexicanos abandona a 16% de los adultos mayores
La lucha contra el feminicidio en México recorre caminos erróneos, busca razones y culpables en lugares equivocados, y quiere justificar afuera lo que es un problema de interiores.
La violencia no es sólo contra ellas, es un problema general, un cáncer que carcome a la sociedad mexicana y quiere hacerse pasar como algo normal. Como si fuera normal maltratar a los niños, como si fuera normal cuidarse del secuestro, como si fuera normal vivir abuso sexual a cualquier edad, como si fuera normal tener que desconfiar de todos, como si fuera normal dejar en la calle a los ancianos cuando “ya no sirven”.
No, nada de eso es normal, pero es un resultado lógico en una sociedad como esta donde todo el mundo se cree víctima, pero nadie se hace cargo de cómo educa sus hijos, cómo trata a los demás e incluso de cómo piensa y actúa. En este caso todos somos culpables.