Uno de los casos que más ha sacudido a todo México es el “caso Ayotzinapa”, donde 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos desaparecieron el 26 y 27 de septiembre del 2014, en Iguala, Guerrero.
Se realizaron cientos de investigaciones, se obtuvieron declaraciones y documentos con el fin de dar con la respuesta de lo que les había pasado a los estudiantes, pero lo cierto es que nada concreto se revelaba.
El exprocurador de la PGR (Procuraduría General de la República), Jesús Murillo Karam, habría dado por concluido el caso, brindando la “versión oficial” de lo ocurrido con los estudiantes, también conocido como la verdad histórica.

La versión que Murillo Karam dio situaba como culpables a un grupo criminal conocido como Guerreros Unidos, quienes habrían secuestrado y ejecutado a los estudiantes. Esta versión dejó insatisfechos a los familiares y a muchos ciudadanos, lo que se convertiría en la primera piedra que cimentaría la creación de la Comisión de la Verdad y Acceso a la justicia bajó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La Comisión de la Verdad, sería la encargada de continuar con las investigaciones y de recopilar la información necesaria para dejar completamente esclarecido el caso de los 43 estudiantes, resultando en que, 8 años después, en colaboración con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, revelarán que la “verdad histórica” solo fue un montaje.
Los datos obtenidos se les fueron entregados a la Fiscalía General de la República, quienes abrieron nuevas líneas de investigación y obtuvieron 83 órdenes de aprehensión en contra de mandos militares, supuestos delincuentes y distintas autoridades de Guerrero, incluyendo al exprocurador Murillo Karam.

Se descubrió que Murillo Karam habría obstruido con las investigaciones del caso, creando montajes de los hechos, declaraciones, muestras y testigos falsos, sin embargo, Murillo Karam comparte la responsabilidad con Tomás Zerón, extitular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y uno de los funcionarios de mayor responsabilidad en la investigación, en conjunto con otras autoridades relacionadas al caso.
Lo que más nos arde…
Es difícil sentirse seguridad en un país donde las autoridades que deben velar por nuestra seguridad, son las que obstaculizan las investigaciones, llegando incluso hasta crear escenarios prefabricados.
Murillo Karam ya se encuentra en prisión preventiva, pero Tomás Zerón se encuentra prófugo y el expresidente Enrique Peña Nieto aún no es investigado.
¿Será que por fin se hará justicia con los 43 estudiantes de Ayotzinapa?