Apenas está en construcción y ya causó destrozos, accidentes que van a ponerse más graves a medida que avance el proyecto. Porque todo lo que se hace en México termina plagado de corrupción y olor a muerte.
El gobierno de la CDMX decidió apostar por el transporte eléctrico con la construcción de las rutas de cablebús, nuevos Metrobús, y por supuesto, con el trolebús, de este último, actualmente, se trabaja en la construcción de un tramo elevado en el eje 8 de Iztapalapa; el cual, busca conectar al oriente con el centro.
Sin embargo, el 6 de enero de 2022, la construcción de este transporte presentóuna falla estructural que puso en riesgo la vida de uno de los trabajadores. Ya queuna de las torres de alta tensión se cayó y lo lesionó de una pierna. Y no sólo eso, también dañó un automóvil que se encontraba en el Eje 6 Sur.
Esta no es la primera ocasión que hay un accidente en esta obra, el 22 de diciembre de 2021 tuvo que cerrar la Ermita Iztapalapa por 36 horas, por maniobras de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) y servicios de emergencia para levantar una de las trabes de la calzada elevada sobre la que circulará dicho transporte.
Después de la tragedia que se suscitó en la línea 12 del metro de la Ciudad de México (que va de Tláhuac a Mixcoac), los citadinos están atentos a cada una de las obras que se realizan para la movilidad y transporte; temen que se repita una catástrofe a partir de un mal diseño, o por corrupción al momento de ejecutarlas.
Por lo que estos accidentes en la construcción del tramo elevado del trolebús no pueden dejarse pasar por alto. No es posible que por querer acelerar los procedimientos y buscar que se inaugure en este año, pongan en riesgo la seguridad de los trabajadores y personas que circulan en la zona.
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Es de ardidos 