Una nueva ley en Oaxaca prohíbe por completo cualquier agresión física a los menores, por más simple que sea.
La educación de los infantes siempre ha sido un tema de discusión, ya que cada padre y madre forja su propio criterio a través la información de la que dispone, creencias propias y costumbres arraigadas.
Es muy común que muchas personas hayan recibido agresiones físicas durante su infancia, como medidas disciplinarias en su educación, lo cual, incluso, se manifiesta en chistes locales y memes.
La sociedad, afortunadamente, está en constante movimiento y cambio, por lo que ahora se busca cambiar esta cultura tan arraigada de la agresión, que muchos ven como benéfica, pero que se ha demostrado causa estragos psicológicos como desconfianza, baja autoestima, depresión y ansiedad.
El Congreso de Oaxaca aprobó una reforma a la Ley de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, al modificar los artículos 37 y 38, en los que se prohíbe cualquier agresión física hacia los menores, como el clásico chanclazo, coscorrones, cinturonazos, empujones, mordidas, tirones de cabello u orejas; en general cualquier golpe con la mano o con algún objeto. Con esto se busca evitar que los infantes sean humillados, denigrados, desvalorizados, ridiculizados, menospreciados o estigmatizados.
Lo que más nos preocupa
Es importante que, al implementar esta ley, haya un apoyo psicológico hacia los padres, además de realizar campañas educativas para mostrarles alternativas de enseñanza y corrección a las que están acostumbrados, porque una sociedad no se transforma por el simple hecho de prohibir o decretar algo; debe ser un trabajo conjunto en diversos ámbitos.
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