Este software malicioso fue contratado desde el gobierno de Calderón para espiar a los mexicanos, se trata de uno de los crímenes contra la privacidad más grandes que se han cometido en este país.
Todos tenemos cierta conciencia de que hay espionaje a través de los dispositivos móviles, sobre todo para conocer nuestros intereses personales y así ofrecernos publicidad dirigida, pero este nivel de espionaje va más allá de ello.
Bien dicen que la información es poder, y este software era instalado en los teléfonos sin el consentimiento de los usuarios para obtener todos los datos de primera mano de diversos medios de comunicación, pero además para obtener información de líderes políticos y sociales.
México no fue el único país involucrado en esta polémica mundial, al menos 50 países han sido afectados, y se han encontrado al menos 50 mil datos telefónicos de políticos, reporteros, activistas, sindicalistas y ejecutivos que fueron objetos de este espionaje. Lo cual, representa un gran ataque a la privacidad y a la protección de datos personales.
La empresa israelí responsable de este sistema fue NSO Group, y fue contratada en México por el gobierno de Felipe Calderón por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en 2011. Y recontratado en 2016 por el gobierno de Enrique Peña Nieto, con un contrato firmado por Eugenio Imaz Gispert, ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CISEN) por la cantidad de 203 millones de pesos con la compañía Proyectos y Diseños VME. Para espiar a los líderes del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a través de sus teléfonos celulares.
Pero, este no es el único programa de espionaje que circulan en el país, se ha encontrado evidencia de otros seis, contratados por gobiernos federales y estatales, los cuales son: Fin Fisher, Galileo y Da Vinci, Geomatrix, Narus y Verint.
Si líderes mundiales han sido atacados por estos softwares, ¿Qué podemos esperar como ciudadanos? Esto sólo vulnera nuestra ciberseguridad y nos pone en riesgo a todo el país.
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