De todos los países de la OCDE, México fue el que menos apoyo dio a los microempresarios, razón por la cual la pérdida económica, la quiebra y el cierre de empleos fue inminente.
En México son las microempresas las que sostienen la economía del país y no es posible que el gobierno simplemente dejara colapsar empresas y empresarios con esperanzas y sueños, que habían invertido todo su capital en su negocio y que además daban muchos empleos.
El gobierno sólo aportó el 0.6% del Producto Interno Bruto (PIB), con el cual sólo el 7% de las mipymes fueron apoyadas para enfrentar la crisis ocasionada durante la pandemia por COVID-19. Se estima que cerraron definitivamente un millón de micro, pequeño y medianas empresas.
Para muchos fue una burla que los microcréditos que otorgó el gobierno federal para las pequeñas empresas fuera de solamente 25 mil pesos, pues este monto es insuficiente para cubrir todos los gastos de operación.
Esto parece el colmo, ¿no? El presidente ahora busca más empatía de la clase media, pero cuando necesitó apoyo para subsistir, dejó que muchas pequeñas empresas cerraran definitivamente, dejando a una gran cantidad de personas sin ingresos, sobre todo a las que se dedican al turismo, hotelería y ventas directas.
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