Mucho se ha hablado sobre los diversos mega proyectos que nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha impulsado desde que llegó a la silla presidencial, lo cual puede interpretarse como parte del legado histórico que pretende construir y dejar para después de su mandato (no es momento para hablar de egos, pero ya pueden darse una idea).
Sin embargo, tanto la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y el famoso Tren Maya no han sido recibidos por la opinión pública de la mejor manera debido a múltiples y variadas razones, como el costo, la rentabilidad, o el impacto ambiental, siendo éste último (es decir, el impacto que tendría sobre el medio ambiente) el tema más polémico y discutido cuando se habla sobre el tren y las principales consecuencias que traería consigo.
Por si fuera poco, recientemente El Universal publicó un artículo en donde revela de manera clara y contundente que diversos promotores de este proyecto ocultaron información crítica con respecto al trazado, la demanda y los posibles riesgos de construcción, todo con el propósito de acelerar las obras y licitaciones.
Así, en el informe realizado por la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC), contratada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) por 32 millones de pesos para realizar la Asesoría Económico Financiera, se revelan datos que se censuraron y se mantuvieron ocultos, esto dentro de la sección de Análisis del Costo Beneficio, el cual es menester presentar ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) con el objetivo de que el proyecto sea aprobado.
En el documento que PWC entregó a FONATUR, de casi 7 mil 500 páginas de extensión, pueden observarse diversas críticas y precisiones que fueron eliminadas de los informes finales, ello mientras los retrasos no paran de acumularse, todo con miras a dejar un legado faraónico que ha traído y seguramente traerá más problemas que beneficios.
Fuentes:
Es de ardidos 