Después de 14 meses, al fin el 7 de junio las escuelas abrieron sus puertas nuevamente para retomar los cursos presenciales, a menos de un mes del cierre del ciclo escolar. ¿Cuáles son las razones?, ¿qué justificación hay detrás de esta decisión?
En primer lugar hay que recoger las declaraciones de la Jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, la cual sostiene que sí existen las condiciones para regresar a clases presenciales, aunque no de manera obligatoria.
Esto iría en consonancia con lo expresado por la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP), la cual se ha mostrado claramente a favor del regreso a clases, aseverando que, para empezar, la educación virtual y a distancia era algo para lo que la sociedad no estaba preparada.

Existen otras opiniones y datos que abren ciertas interrogantes y señalan las dificultades del regreso a las clases presenciales. Uno de ellos se centra en la edad y la condición de los profesores, pues según señala un artículo publicado en el diario Milenio, “poco más de 240 mil docentes están en condición de riesgo ante la covid-19 por ser mayores de 60 años” o bien, por padecer enfermedades de carácter crónico, a saber, diabetes, obesidad, cáncer o hipertensión. Esto se apoya en lo señalado por la organización México Evalúa, la cual sostiene que entre el 20% y el 30% de los 1.2 millones de docentes se encuentran bajo una situación de vulnerabilidad, ¿qué hacer cuando no se cuenta con presupuesto suficiente para suplir a estos profesores?
Además, según David Calderón, director general de Mexicanos Primero, aun cuando se dé un retorno paulatino a las aulas, sólo logrará hacerlo a cabalidad una cuarta parte del total de la población estudiantil, y pasarán varios años para que se dé un regreso total, debido al riesgo que esto representa. Todo ello sin mencionar los caso 4 millones de estudiantes que, de manera total o parcial, han desertado y que no podrán recuperar el rezago educativo en el que han caído.

Lo que más nos arde
¿Qué hacer ante tal situación? Tal parecería, según señala este experto, que aunque existan estas dificultades, lo mejor es adoptar el modelo híbrido y paulatino que, si bien con fallas, es por el que está apostando la Secretaría de Educación Pública (sep), pues no hay que olvidar los problemas psicológicos y de rezago educativo que la pandemia ha abierto y no pueden ser cabalmente solucionados hasta que el retorno a los salones no tenga lugar.
Fuentes:
https://www.milenio.com/politica/coronavirus-regreso-clases-pone-riesgo-240-mil-maestros