Expertos afirman que esa construcción tiene defectos muy profundos y no es posible repararla para que vuelva a funcionar, habría que reconstruirla completamente. Todos lo sabíamos, menos los funcionarios, al parecer.
En los primeros días de mayo de 2021 una sección del viaducto elevado de la línea 12 del Metro de la CDMX colapsó. El incidente ocurrió en las aproximaciones de la estación Olivos de la línea “Dorada” y dejó por lo menos 26 personas fallecidas y más de 80 lesionados.
La línea 12 se ha caracterizado por ser un dolor de cabeza para las autoridades de la Ciudad de México desde su creación. Se concibió como la obra más costosa del país, superando una inversión de 26 mil millones de pesos. La construcción se caracterizó por irregularidades y fue señalada de corrupción.

Una vez inaugurada, la línea tuvo que ser sometida a múltiples reparaciones, las vías eran muy estrechas o muy amplias para las ruedas de los trenes, algunos sectores eran inestables al paso del convoy, había fallos en la red de energía eléctrica y encima sobrevivió al terremoto de 2017, pero no fue revisada como era debido.
El ingeniero civil Enrique Rodríguez Ramírez expone que el fatal accidente se debió a que la línea “Dorada” se construyó en las aproximaciones de los lagos Xochimilco y Chalco. En esta zona el suelo es completamente irregular, compuesto de roca suelta, arcilla y otros elementos, y no fue tratado para el proyecto del Metro.
Además expuso que las vigas y trabes con en las que se apoyaba estaban mal construidas, se trataba de trabes compuestas por acero y concreto, materiales no compatibles que producen inestabilidad en el soporte. Es así como el ingeniero aseguró que “el proyecto de la línea 12 es una vergüenza para la ingeniería mexicana”.

Reabrir la línea 12 del Metro ahora parece un error por parte de las autoridades. Deberán repensar si es factible la reconstrucción de ese tramo del viaducto elevado o habrá que reconstruir toda la línea y crear una que viaje por el subsuelo.
Mientras los peritajes siguen, las víctimas lloran a sus familiares perdidos, millones de usuarios se ven afectados por la cancelación de la ruta, la tragedia se politiza. Funcionarios públicos, candidatos y hasta el presidente convierten el doloroso evento en un caldo de cultivo para la guerra sucia.
Fuentes:
Firma de twitter: @elardidisimo
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