En México iniciaron las campañas políticas para candidaturas federales y estatales, y con ello una ola de acarreados políticos para adularlos y resaltar sus nombres, ahora, debido a la pandemia, desde internet.
El 4 de abril de 2021 iniciaron las campañas políticas para elecciones federales a diputaciones en todo el país, y estatales en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Ante un panorama diferente, a causa de la pandemia, éstas han tenido que adaptarse al ámbito digital.
Los candidatos y candidatas utilizan las plataformas digitales para hablar de sus propuestas y juntar adeptos a los partidos. Y, en medio de esto, sale a relucir la demagogia política, una práctica en la que se apela a los sentimientos y emociones de los electores para que sientan que obtienen un beneficio directo. Lo cual se refleja en el acarreo de votantes, compra de votos y promesas difíciles de cumplir, vacías, hechas a base de engaños y mentiras.
En este año la dinámica se ha modificado, los mítines y reuniones son limitados y con estrictas medidas de sanidad, pero el oportunismo político persiste. Bajo denuncias anónimas algunas personas han informado que se les han condicionado programas sociales, como el salario rosa en el Estado de México, a cambio de mostrar su apoyo político en redes sociales, principalmente en Twitter.
A diferencia de los bots; personas que reciben un salario por hacer propaganda política en internet, este llamado acarreo político digital no recibe un beneficio real. El oportunismo político busca lucrar con la necesidad de las personas a base de chantajes y mentiras en las que se les impone un trabajo no remunerado.
Fuentes: