Mientras los pobres sufren para pagar sus impuestos, los ricos de México evaden sus obligaciones fiscales y nadie les dice nada. A inicios de 2021 se planteó la posibilidad de una reforma fiscal y es la aparente clase media mexicana la que alzó la voz y se opuso rotundamente a esto.
Se estima que el 42% de los impuestos recaudados vienen de las clases trabajadoras, el sector asalariado que se puede incluir en los diferentes escalones de la clase media. Durante el primer trimestre de 2021, la cámara baja del país trabajó una reforma fiscal para que las personas que facturan grandes ingreso en el país paguen sus impuestos de manera íntegra, lo cual provocaría que se redujera la carga tributaria al sector asalariado de México.

Lo primero que se debe explicar es ¿de y a dónde se destina esa carga tributaria? El impuesto más obvio que genera ingresos tributarios al país es el impuesto al valor agregado (IVA) donde la clase media aporta un 7,2% de sus ingresos, a eso se le suma el impuesto que pagan asalariados a los servicios médicos y servicios de pensión.
Queda claro que el fisco mexicano es demasiado injusto con los trabajadores mexicanos y a pesar de esto las clases trabajadores en México apelan a que no aparezcan más impuestos pues existe el temor que los más afectados serán ellos, no sus empleadores que día a día evaden impuestos de diversas formas.
Este tipo de pensamiento se debe a un par de creencias:
La primera es la más obvia. El gobierno mexicano malgasta el dinero que recauda en impuesto. La verdad de tras de esto siempre han sido los escándalos de corrupción en algunas obras públicas. Lo cierto es que mucho del dinero que recauda año a año Hacienda, se destina al subsidio de servicios destinados a los mexicanos.
Mucho del recaudo se dirige al servicio de salud pública así como el sistema de pensiones. Lo peor de esto es que los asalariados mexicanos se quejan del pésimo servicio médico que ofrece el estado mexicano y acuden a instituciones privadas. Pero al acudir a este tipo de sitios, los dueños de estas prestadores de servicio reciben un subsidio por parte del estado mexicano ya que ofrecen ayuda a los mexicanos. Lo mismo ocurre en otros sectores como el educativo.

La segunda se le achaca al trabajo informal, pero esto no afecta del todo al recaudo, pues se puede considerar que muchos mexicanos pagan diversos impuestos pero se les consideraría que trabajan en la informalidad porque no hay una empresa que los respalde con el servicio de salud pública. En teoría se recaudaría mucho dinero si todos reciben una reducción de su salario para el servicio de salud, lo cierto es que pagan diversos impuestos por muchos otros servicios.
Lo que más nos arde
La realidad es que el recaudo aumentaría si los millonarios en México pagaran impuestos completos de toda su fortuna así como de todos los ingresos que perciben año a año, pero el sistema mexicano está diseñado para que ellos evadan una enorme cantidad de impuestos.
La reforma debería apuntar más a un recaudo de los ricos y reducir la suma que se les quita a los menos beneficiados, así como ofrecer servicios de mejor calidad. No hablamos de un servicio VIP, más bien de ofertar sistemas educativos con una calidad aceptable para que la juventud mexicana tenga la capacidad de adaptación al mercado laboral de este país, o un servicio médico completo, donde tratamientos médicos estén al alcance de todos.
Fuentes: