México es el país que más alimentos ultraprocesados consume en Latinoamérica, casi más del doble de Brasil o Colombia. Aquí el 70% de los adultos tiene algún grado de obesidad o sobrepeso.
La pandemia del virus SARSCoV2 en México ha comprobado que los problemas de salud en la población mexicana están estrechamente ligados a la alimentación.
La OPS (Organización Panamericana de la Salud) ha demostrado que existe una relación entre el aumento de la venta de bebidas gaseosas y productos ultraprocesados, con el aumento de obesidad y otras enfermedades relacionadas a la alimentación. La misma organización señala que cada mexicano compró 185 litros de refresco al año.
No es difamación decir que los refrescos causan graves daños a la salud, es información científica.

El hombre al frente de la pandemia, Hugo López Gatell, es conocido por haber llevado a cabo campañas para combatir el consumo excesivo de bebidas azucaradas en México. Desde años anteriores había impulsado el nuevo etiquetado para alimentos y bebidas, pero el caso se ha vuelto controvertido debido a sus declaraciones en los informes diarios que realiza en torno al avance de la pandemia.
En sus conferencias vespertinas, el subsecretario ha aseverado que los refrescos son “veneno embotellado” y que el 7% de muertes anuales en México están relacionadas a enfermedades cardiovasculares por consumo de refresco. Además, según la Secretaría de Salud, el 73% de los fallecimientos por Covid-19 son relacionados a factores de comorbilidad, de los cuales 67% corresponden a problemas de obesidad.

Ante todas estas declaraciones, la Asociación Nacional de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), cuyo principal socio es FEMSA, dueña de Coca Cola, ha acusado a López Gatell por difamación.
La misma asociación ha buscado de diferentes maneras incidir en la política de salud de México, desde campañas para promover el “consumo con moderación” hasta el financiamiento de estudios científicos. No hay que olvidar que el expresidente Vicente Fox fue director de Coca-Cola México.

Lo que más nos arde
Desde 2016 la obesidad fue declarada como una pandemia por la OMS. El consumo de refrescos estuvo relacionado a 40 mil 842 muertes en México durante 2019. La ingesta de bebidas azucaradas es causa de diabetes tipo 2, pero también de problemas cardiovasculares y problemas cerebrales.
Las empresas refresqueras han hecho de todo para evitar que lo dañino de sus productos limite sus ventas, desde publicidad hasta etiquetados engañosos, sacando ganancias millonarias a cambio de la salud de los mexicanos.
Fuentes: