Los presidentes mexicanos siempre nos sorprenden, uno más que otro y siempre en una carrera, como si se esforzaran para romper nuestras expectativas de lo idiotas que pueden llegar a ser.

En plena emergencia sanitaria por la pandemia del Coronavirus, mientras las demandas de médicos y hospitales no paran debido a la falta de insumos y material para atender a los enfermos, y al mismo tiempo que más de 350 mil personas perdieron sus empleos por la dichosa cuarentena, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) concretó la compra de un estadio de beisbol en Sonora por 511 millones de pesos.

Cuenta la leyenda que hay hospitales públicos de México donde a los médicos y enfermeras se les ha pedido donar sus salarios para comprar materiales, pues no hay presupuesto para enfrentar la emergencia que se vive.

¿No es irónico, y hasta chistoso, que al mismo tiempo AMLO se dé le lujo de comprar un estadio?

Claro que está bien que se interese por el deporte y por los jóvenes, pero la situación que se vive en México y el mundo amerita todos los recursos posibles, no es momento de estar haciendo compras que podrían esperar.

Además hay que destacar el hecho de que AMLO sólo apoya los deportes que a él mismo le interesan, pues mientras está empeñado en imponernos a todos sus estadios y sus equipos de beisbol, hace unos cuantos meses negaba recursos a los atletas de alto rendimiento para que fueran a las olimpiadas a Tokio, al tiempo que debía, y aún debe, salarios a entrenadores y un montón de recursos a las federaciones.

Lo que más nos arde

Ojalá que utilicen ese estadio como un homenaje para todas las víctimas del Coronavirus, las que lo padecieron y aquellas, víctimas colaterales, que se murieron de hambre porque les pidieron dejar de salir a trabajar mientras el presidente sí salía de shopping.

@elardidisimo