Uno de los mayores problemas de la Ciudad de México es la contaminación visual por el exceso de letreros publicitarios, espectaculares y grafittis que inundan todo el panorama chilango.
En vista de eso el gobierno de la ciudad anunció que dejará de dar permisos para colocar más anuncios espectaculares y eliminará toda la publicidad ilegal de muros, paredes, postes y azoteas.
Para los chilangos es más que natural ver las calles saturadas de publicidad que con los días se convierte en basura, toneladas y toneladas de desperdicio que al final ahogan las coladeras y ensucian el suelo.
De por sí vivir en la Ciudad de México ya es bastante estresante por el ruido, la contaminación, el tráfico pesado, la delincuencia y la sobrepoblación, y además quienes aquí viven tienen que luchar con tener un panorama siempre saturado de imágenes que incrementa el estrés, la saturación mental y hasta provoca accidentes de tránsito.
Es así que a partir de 2020 las autoridades capitalinas empezarán a limitar este mercado con el objetivo de proteger la salud visual de los habitantes y reducir la contaminación que tanto los asfixia.
Por otra parte el mercado de la publicidad exterior genera unos 4 mil millones de pesos en ganancias anuales a las empresas del ramo que operan en la Ciudad de México, además de generar miles de empleos que dependen de que este sistema siga funcionando.
Debido a lo anterior los empresarios publicitarios se han manifestado en contra de esta decisión, pues aseguran que tendrían que recortar al menos 150 mil empleos porque en automático verían reducidas sus ganancias.
Lo que más nos arde
La disyuntiva en la Ciudad de México está entre mantener los empleos o preservar su salud mental y calidad de vida, pues aunque hubiera desarrollo económico no es posible mejorar si no se aporta a los estándares de bienestar más básicos.