¿Alguna vez te imaginaste que podías ser el dueño de un avión presidencial?
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador dice que rifará entre los mexicanos el avión oficial de la Presidencia de la República, cuyo costo asciende a los 250 millones de dólares.
Se trata de uno de los aviones más caros del mundo y precisamente por ese detalle nadie más lo ha querido comprar, ni siquiera los multimillonarios árabes, pues el precio es demasiado elevado, al igual que el mantenimiento, las refacciones y hasta el salario de los pilotos que lo conduzcan.
Recordemos que este avión fue una compra hecha en el gobierno de Felipe Calderón, en el año 2012, y tuvo un costo de 10 mil millones de pesos.
¿Para qué necesitaba el presidente mexicano un avión tan costoso? No lo sabemos, lo que sí es que empezó a usarse en el gobierno de Enrique Peña Nieto y fue nombrado «José María Morelos y Pavón».
Y ya en 2019, el presidente AMLO declaró que no le interesaba usar este avión, pues preferiría viajar en vuelos comerciales como cualquier mortal. Así se comparó con presidentes anteriores que querían trato de reyes en un país con 70 millones de pobres.
¿Y qué sucederá entonces? Resulta que mientras no haya una oferta de compra, el lujoso avión entrará en una rifa con boletos de $500 pesos abiertos para cualquier mexicano que desee comprarlos.
Como si se tratara de una bicicleta, una lavadora o una despensa, AMLO intentará aventarle los errores de gobiernos anteriores a quién se deje, cualquier mexicano iluso que sueñe con salir de la pobreza ganándose un avión, sin darse cuenta que todos los que compren boletos estarán pagando un poco el costo de ese gusto que se dieron otros presidentes.
Lo que más nos arde
¿Tú gastarías $500 pesos para tratar de ganar el avión entre 6 millones de boletos vendidos? Imagina que te lo ganas y luego el acosador Servicio de Administración Tributaria (SAT) te empieza a cuestionar por tener un avión de lujo, te cobra los impuestos por tenerlo y te exige justificar todo lo que te costará mantenerlo.