No son los políticos, no es la corrupción en las instituciones ni tampoco el tráfico de influencias lo que pudre a México. El verdadero problema de este país son los ciudadanos que no respetan las reglas y se comportan como verdaderos cavernícolas.
Grin, una empresa de monopatines eléctricos que funcionaba en calles de la Ciudad de México, anunció su retiro de las calles porque los robos la han superado por mucho. Es decir, que los chilangos no pueden ver algo en la calle porque se lo roban.
Y como dicen que la ocasión hace al ladrón, resulta que esta empresa ha sufrido la sustracción de cientos de sus monopatines, mismos que acabaron en la reventa en Internet y en mercados públicos de la capital. Pero no porque haya muchas bandas de delincuentes (que sí las hay), sino porque culturalmente los mexicanos no están habituados a respetar lo ajeno y roban por el hecho de hacerse los graciosos.
La verdad es que esa horrible costumbre de la deshonestidad es la que ha hundido a México en el Tercer Mundo, debido a que los mexicanos no han evolucionado socialmente y hacen todo lo posible para tener un país subdesarrollado.
Scooters y bicicletas en renta es un servicio de empresas privadas que en países desarrollados funciona perfectamente, es una alternativa al uso del automóvil que los usuarios ven como un ahorro de dinero y una manera de ayudar al planeta.
Pero como los mexicanos destruyen todo lo que tocan, era más que obvio que no iban a poder con un servicio de Primer Mundo que estaba pensado para ciudadanos con una conciencia colectiva mucho más elevada.
Lo que más nos arde
Los robos en la Ciudad de México están a la orden del día, lo mismo se roban un auto que los cables de la luz, las llaves del agua y los tubos del drenaje para venderlos por kilo en centros de acopio de basura y fierro viejo. Y no porque haya un modus operandi, simplemente es porque los mexicanos están acostumbrados a no respetar nada y hacer fortuna de todo lo que encuentran, aún cuando no les pertenezca.
Grin no sabe si volverá a funcionar en la CDMX, antes tendría que generar una estrategia de búsqueda y rastreo de sus aparatos para combatir el robo.