Cuando se pensaba que los criminales no podían ser más crueles e inhumanos, ahora resulta que también van buscando a las mascotas de las víctimas con tal de sacar una ganancia sin trabajar.
En sólo dos años en la Ciudad de México se recibieron más de 200 denuncias por secuestro de mascotas, la mayoría perros de raza por los que sus captores pidieron entre 10 y 45 mil pesos como rescate.
Claro que la cifra de denuncia debe ser muy baja frente a todos esos casos que no salen a la luz, debido a que quizá los dueños no le dan la importancia debida o no se atreven porque creen serán ignorados por las autoridades.
Los animales, que en México todavía se consideran mercancía de cambio, viven inmersos en un sistema que los desprotege, sin leyes que defiendan sus derechos y a merced de muchas personas que se aprovechan de ellos, lucran y ejercen violencia sin que nadie les ponga un alto.
Lo que más nos arde
Da miedo ver cómo la violencia ha llegado a niveles tan altos en el país, que hasta los seres más indefensos ya son carnada para los criminales y objeto de chantaje, debido a que muchos dueños sí están dispuestos a pagar altos precios para recuperar a sus mascotas.