No hay nada que pueda dar más miedo que un país donde la violencia ya se ha normalizado, tanto que incluso el sistema la integra y la hace parte de la vida diaria.
En la Ciudad de México y zonas aledañas ahora está de moda adquirir celulares fake, teléfonos móviles falsos que sirven como señuelo para los asaltantes.
Y es que solamente en 2018 se registró un asalto cada hora solamente en esta región, además de todos aquellos que no se denunciaron y de los cuales no hay información.
¿Qué hacer ante el descontrol del crimen y la violencia, y la inoperancia de las autoridades?
El ingenio del mexicano ya tiene alternativas, una de ellas es el uso de estos aparatos para distraer a los criminales y no dar aparatos que sean más valiosos.
Lo que más nos arde
¿Por qué debemos invertir en señuelos para los asaltantes?, ¿es nuestra culpa que la policía sea corrupta y esté poco interesada en actuar?
Es lo mismo que sucede con los justicieros anónimos, personas que cansadas de dar su dinero a los delincuentes se han propuesto cazarlos, acabar con ellos antes de que sigan haciendo de las suyas y de paso imponer una justicia poco usual, pero necesaria ante la situación que se vive.
Los celulares falsos son una forma de admitir que hemos normalizado la violencia y aceptado que los criminales entraron en nuestras vidas.