Las cifras son duras y frías. Desconsoladoras dependiendo de quién las lea. Ciertamente un amante de los animales quedaría frío con sólo oír que en el Distrito Federal existen, al menos, 1 millón 200 mil perros callejeros, según la Secretaría de Salud. Sin embargo, algunas asociaciones que se dedican a proteger a los animales aseguran que la cifra oscila entre 2 y 3 millones de canes.
12,000 perros son sacrificados mensualmente por los 3 centros antirrábicos que existen en la Ciudad de México.
Para intentar hacer algo de conciencia, les presento imágenes de la diferencia que hace UN DÍA en la adopción y salvación de un perro. Rescate de la muerte y una nueva vida.
Algo que da esperanza a estas hermosas criaturas es el hecho de que alguna persona con un corazón bondadoso se acerque a uno de los centros de adopción o a los mismos centros antirrábicos y decida salvar su vida.
En su cara, se puede apreciar claramente cómo cuando están encerrados en una fría celda de ladrillos o concreto, se encuentran asustados, molestos, tristes. Podríamos decir que las mismas emociones que experimentaría un ser humano, las pueden tener estos animales.
Uno a veces no sabe cómo manejar la crueldad humana que ve a su alrededor. Se expresa en diferentes seres vivos. La ira incontenible de aquellos que fueron criados bajo el mismo yugo amenazante de un cinturón, una palma abierta o un puño cerrado.
Por favor, si se llegó a mover algo dentro de su espíritu humano, un poco de bondad, ternura o tristeza, los invito a que asistan a una veterinaria, un centro antirrábico o con alguna persona que regale cachorros para que estos tengan una vida digna y feliz con ustedes.
ADOPTEN. NO COMPREN. SALVEN UNA VIDA.