Cierto es que los Reyes Magos tienen cientos de años repartiendo sonrisas alrededor de todo el mundo. Lo que no podemos saber es si sus característicos animales transportadores llevan haciendo lo mismo junto ellos desde hace más de mil años.
En esta ocasión, en San Sebastián, España, se pudo ver a un camello poniéndose al tiro con las órdenes que Gaspar le decía. Al no querer seguir avanzando en el recorrido de los juguetes, el camello agarró un poco de vuelo hacia atrás y bajó rápidamente su joroba, haciendo que el pobre Rey Mago cayera de cara.
Después del incidente no se sabe qué más sucedió. De lo que estamos seguros es que ese camello mañana amanece hecho carnitas en algún país del Medio Oriente.