El emblemático Mercado de Sonora, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza de la Ciudad de México y famoso por su gran diversidad de productos, incluida la venta de animales vivos, atraviesa un cambio significativo: a partir de ahora se prohíbe la venta de animales en el recinto.
La decisión responde a una resolución judicial emitida por el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México (TJA), que determinó que la comercialización de animales vivos en el mercado debe cesar por vulnerar sus derechos, ya que ahora son reconocidos como “seres sintientes”.

¿Cuáles serán los cambios?
Primero: todos los locales del Mercado de Sonora que actualmente venden animales deberán detener esa actividad o reconvertirse a otro giro comercial antes de que comience 2026.
Para respaldar esta medida, el tribunal estableció siete efectos específicos que las autoridades capitalinas deben cumplir:
- Crear un programa que garantice la prohibición total de la venta de animales no humanos en el mercado, con mecanismos de denuncia anónima para reportar maltrato.
- Instrumentar una campaña de sensibilización sobre la protección de los animales en la zona del mercado.
- Realizar el aseguramiento precautorio de los animales que se encuentren en condiciones de vulnerabilidad para canalizarlos hacia albergues adecuados.
- Llevar un registro y seguimiento médico de los animales recuperados, identificando enfermos o heridos.
- Ofrecer alternativas comerciales, capacitaciones o compensaciones a los locatarios que vean afectado su medio de vida al dejar de vender animales.
- Establecer consultorios veterinarios, fijos o itinerantes, dentro del recinto para procurar la integridad de los animales.
- Designar observadores que verifiquen el cumplimiento de la sentencia.
La medida ha provocado diversas reacciones: algunas organizaciones de defensa por los derechos de los animales celebran este avance en el bienestar animal en un espacio tan emblemático; por otro, los vendedores afectados protestan, argumentando que han comercializado animales por generaciones y temen perder su fuente de ingreso.
En resumen, la prohibición implica que el Mercado de Sonora deje de operar como espacio para la venta de animales vivos, se implementen mecanismos de protección animal, los vendedores cuenten con un plazo para cambiar de giro, y las autoridades se encarguen de supervisar y sancionar posibles incumplimientos. Se trata de un cambio significativo en el comercio tradicional del mercado, con implicaciones tanto para el bienestar animal como para la actividad económica.
Fuentes: